Me encantaría -Apresuró en decir, caminó tímida al lado del adverso, sosteniendo su bolso de mano con ambas por sobre su vestido, acomodando sus largos cabellos hacia un lado cuando el viento soplaba un poco más fuerte y le despeinaba por unos instantes.- Podemos comprar un cono de helado y después lo puedo invitar a mi casa, quiero que conozca a mi gato ¿Le gustaría conocer a mi gato? -Preguntó dando un muy ligero salto frente a él para llamar su atención y reír con sus mejillas acaloradas.- ¿Le gustan los gatos?
Pues vamos, quiero uno enorme de fresa con chocolate ¿y tú? -Metió sus manos inquietas a los bolsillos de su pantalón al tener a la menor a un lado, su cabello era muy largo y suave, estaba embobado.- ¿Mh? -Cubrió sus labios con el dorso de su mano al sonreír, se veía tan adorable que podía morir ahí y ya.- Me encantan los gatos, espero agradarle al tuyo en especial. -Le extendió su mano para que la tomara y de esa forma avanzaron a la heladería.-
Quiero de vainilla y cereza, un poco de crema -Mencionó mientras pensaba un poco más en ello, imitando al adverso, poniendo una de sus delicadas manos sobre sus labios y sintiendo el le tomaba la otra, sintiendo que su corazón iba a explotar al sentir la grandeza de esa mano rodear la suya.- Le gustará mucho y sabe saludar, cuando ve a alguien hace "Nyaan" -Imitó a su gato y rió un poco más meciendo sus manos.- Allí, allí venden conos de helado ¿Vamos allí? Pero quiero seguir caminando... Me gusta tomar su mano. -Confesó acercándose a él para inclinarse hacia su hombro.-
Ehh~ hace nyan, entonces nos llevaremos bien. -Repitió entre risitas enternecido girando un poco su mano para entrelazar los dedos- Sólo pasamos por ellos y los comemos aquí en el parque dando vueltas ¿vale? -Respiró profundo y contó hasta veinte cuando se acercó, aprovechando su altura y sin soltarla, pasó un brazo alrededor de sus hombros por encima de su cabeza dejando el agarre de sus manos un poco más arriba de su pecho.- Pareces una muñequita... Si te pierdo de vista seguro alguien intenta robarte kk -Se acercaron al puesto llamando un poco la atención, pidió su helado de fresa y chocolate además del de vainilla con cereza de la menor, pagó y esperaron a que entregaran el de cada uno.-
-Rió sin poder evitarlo, agachando un poco su cabeza al aprovechar un poco el sueter que tenía puesto, pues se sentía un poco avergonzada por decir cosas como esa de la nada. Su corazón empezó a latir más fuerte ante el agarre del mayor y trató de disimular un poco, jugando con su propio cabello por un momento.- Yo solo quiero estar con usted, me quedaré muy cerca, no lo perderé... -Dijo pegándose más a él, acariciando con sus dedos sobre el dorso adverso de su mano.- ¡Muchas gracias! -Dijo al vendedor haciendo una pequeña venia y ahora con ambas manos comió de su helado mientras caminaba con el más alto mirando a los niños jugar en el parque.- Mnh, está delicioso, gracias... -Susurró mirando hacia éste, dando un pequeño brinco para dejar un beso en su mejilla y comenzar a correr avergonzada delante de él.- ¡A que no me alcanza! -Gritó con su aguda pero suave voz, mientras sus cabellos cobraban libertad con el viento, excusándose de esa forma por lo que había hecho.-
-Una vez el helado listo tuvo que soltar a la menor para tomar el suyo y dejarle las manos libres, daba miradas a su perfil mientras lamía de su helado.- No es nad... -Alzó las cejas al sentir su beso y sonrió divertido apresurando el paso sin necesidad de correr, quería tomar mil fotos por lo bonita que se veía con el cabello bailando al viento.- Yah, ven acá. Vas a tirar el helado -Con pasos torpes la alcanzó aunque a costa de embarrarse parte de su helado en la camisa, sólo rió verificando que fuera el único manchado ahí.- Te alcancé kk.
-Rió traviesa, corriendo un poco más, o lo que sus altos zapatos daban.- ¡Soy cuidadosa! -Respondió sonriente hasta que fue atrapada entre los brazos del adverso aún riendo agitada.- Oh no.. Su camisa, cielos -Susurró al verla y se apresuró a limpiarla con una de sus manos, deslizando sus pequeños dedos por la mancha un tanto preocupada.- ¿Va a andar así? -Preguntó un poco complicada y lamió su propio dedo con algo del helado que quedaba al limpiar los restos en la camisa de aquel chico.- Está rico su helado -Aseguró sonriendo y almendrando sus ojos, entonces puso el suyo delante del rostro adverso y le ofreció.- ¿Me perdona? Coma un poco del mío -Pidió mirandolo de forma inocente, haciendo un muy sutil puchero para que le perdonara por hacerle mancharse.-
No fue mucho, descuida. En serio... -Insistió al ver que pasaba los dedos por su camisa, desvió la mirada un momento para calmarse y volvió a sonreír cuando tuvo su helado al frente.- Vaya forma de compartir helado kkk -Comió un poco de la parte con cereza y tomó por el mentón a la menor entre los dedos de su mano izquierda mientras acortaba la distancia.- ¿Puedo probar de aquí? -Murmuró separando los labios a la vez que se acercaba, asomó un poco la lengua y limpió con ella la comisura de los labios ajenos donde tenía una pequeña mancha.- Mh~ -Se saboreó los labios y sonrió satisfecho apartandose de nuevo.-
Es que hice que se manchara y... -Susurró casi escondiéndose tras del helado, asomándose a ver cuando comía, era tan atractivo que no podía dejar de mirarlo.- ¿Eh? Yo... -Instantáneamente cerró sus ojos dejando sus labios entreabiertos, jadeando despacio por sobre la lengua caliente adversa, temblando un poco al sentirle, era tan delicada que aquello había despartado a sus ansias, tanto que no se dio cuenta que ahora manchaba la camisa del adverso con su helado.- Nh... ¡Ay, no! -Pucheréo cayendo sentada en una banca que estaba frente a ellos, subió sus piernas a las mismas y se enrroscó en si misma, abrazando sus piernas y escondiendo su rostro.- Ah, que torpe ~ -Se quejó de si misma y se balanceó un par de veces, lloriqueando exagerada.- ¡Lo siento, lo siento, lo siento! -Insistió sosteniendo el helado en su mano al mecerse y se detuvo al escuchar las pisadas del mayor, se puso de pie lo abrazó teniendo cuidado esta vez.- Perdón... -Susurró muy despacio y unió sus labios a los contrarios en un delicado beso, abrazándose a su cuello y poniéndose un poco de puntas para alcanzarlo bien, entonces sonrió sobre su boca.- Ahora los dos estamos manchados -Indicó apuntando a su vestido, pues en el abrazo este se había manchado también, se abrazó a uno de los brazos del chico y comenzó a caminar con él.- ¡Mire, burbujas! Yo quiero soplar... ¿Podemos? ¿Podemos? -Apuntó a un carrito donde había un señor que vendía a los niños burbujas.-
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